jueves, 20 de junio de 2013

Arqueología Terrachán


Hay una calma rala en la tarde. Caminamos por la antigua Rúa da Obra, y vemos aparecer en el extremo los familiares de Terrachán con el cáterin para la exposición ‘Arqueoloxía arraiana’. Nuestro amigo Mani Moretón dispara y dentro de su cámara queda el instante, el antes del evento (o arqueología del suceso). Otro amigo, de Entrimo y a la sazón primo suyo, le llama ‘Falín’ (Rafael).

Esta obra 'Sen título', nin firma e data foi escollida para portada do parco (et parvo) catálogo.
Vamos acercándonos así al encuentro de una exposición y un pintor singular. Hay un numeroso grupo de entrimeños, que trabajan en la ciudad, y otros llegan ex profeso: todos se reconocen en el afecto del saludo. La exposición montada en los dos pisos del Centro Expositivo Municipal por la familia del pintor de Terrachán les convoca, uniendo a familiares, amigos y vecinos. Algunos artistas de Ourense, y la hoya del entorno, que les gusta acudir a estos actos inaugurales, se diluyen, perplejos -así algún concejal, en un día de especial prueba para el grupo de Gobierno municipal-, en la reunión social de homenaje en que se fue convirtiendo la inauguración, para estar juntos...

Rafael (a) 'Terrachán', foto de M. Moretón.
El momento central se lllena de emotividad cuando el hijo mayor explica cómo todo es fruto de la ilusión de su fallecido padre -‘a súa ilusión cortada en paredes: toda unha vida dedicada á pintura’-, que expresó desde su quiosco y librería, ‘su Aixiña, su Renacer’, o el Hospital, dijo. Todo ello es la parte final de su arco vital, mas su mundo plástico se inicia e el Madrid de la ‘movida’ de los años ochenta, días -años- 'de vino y rosas' tras el largo período represivo político-social del franquismo... Aquí está la huella de Ceesepe, pintor e ilustrador, en sus obras figurativas de intensos colores (y también de otros). El núcleo principal del elenco es de los años noventa, que finaliza en el 2000. Una aproximación a la naturaleza desde un planteamiento conceptual, alejándose de lo topográfico, y figurativo, se percibe con nitidez, para ir desapareciendo en un proceso de despojamiento personal: la percepción de la naturaleza que le rodea, tierras que limita por el sur el río Limia antes de llamarse Lima en Portugal. Terrachán/ Entrimo en los montuosos pliegues de la tierra -atlas de su vida-, desde la selva de su corazón, en un tránsito panteísta apreciable en cuadros de 1997 o del ’00, en los que semeja hacerse uno con la tellus mater.

Acrílico s. t, '00: lo ves ? son Entrimo y Terrachán !

La ausencia de currículo en el catálogo, así como de la necesaria introducción en una exposición retrospectiva -sólo medidas, año y técnica de las obras-, resulta negativa. El poema que firma Movais, amigo del pintor, permite deducir su fallecimiento el pasado año, tras una dolencia que le impidió seguir pintado a ‘R.terrachán’ en lo que llevamos de siglo. Una pintura sobre ‘uralita’ preside el conjunto. Las tejas cubren la casa, en ellas podemos ver como techan su pasión plástica.

Terrachán '91.

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