Hay una calma rala en la tarde. Caminamos por la antigua Rúa da Obra, y vemos aparecer en el extremo los familiares de
Terrachán con el cáterin para la exposición ‘
Arqueoloxía arraiana’. Nuestro amigo
Mani Moretón dispara y dentro de su cámara queda el instante, el antes del evento (o arqueología del suceso). Otro amigo, de Entrimo y a la sazón primo suyo, le llama ‘Falín’ (Rafael).
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Esta obra 'Sen título', nin firma e data foi escollida para portada do parco (et parvo) catálogo. |
Vamos acercándonos así al encuentro de una exposición y un pintor singular. Hay un numeroso grupo de entrimeños, que trabajan en la ciudad, y otros llegan ex profeso: todos se reconocen en el afecto del saludo. La exposición montada en los dos pisos del Centro Expositivo Municipal por la familia del pintor de
Terrachán les convoca, uniendo a familiares, amigos y vecinos. Algunos artistas de Ourense, y la hoya del entorno, que les gusta acudir a estos actos inaugurales, se diluyen, perplejos -así algún concejal, en un día de especial prueba para el grupo de Gobierno municipal-, en la reunión social de homenaje en que se fue convirtiendo la inauguración, para estar juntos...
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Rafael (a) 'Terrachán', foto de M. Moretón. |
El momento central se lllena de emotividad cuando el hijo mayor explica cómo todo es fruto de la ilusión de su fallecido padre -‘a súa ilusión cortada en paredes: toda unha vida dedicada á pintura’-, que expresó desde su quiosco y librería, ‘su Aixiña, su Renacer’, o el Hospital, dijo. Todo ello es la parte final de su arco vital, mas su mundo plástico se inicia e el Madrid de la ‘movida’ de los años ochenta, días -años- 'de vino y rosas' tras el largo período represivo político-social del franquismo... Aquí está la huella de Ceesepe, pintor e ilustrador, en sus obras figurativas de intensos colores (y también de otros). El núcleo principal del elenco es de los años noventa, que finaliza en el 2000. Una aproximación a la naturaleza desde un planteamiento conceptual, alejándose de lo topográfico, y figurativo, se percibe con nitidez, para ir desapareciendo
en un proceso de despojamiento personal: la percepción de la naturaleza que le rodea, tierras que limita por el sur el río Limia antes de llamarse Lima en Portugal. Terrachán/ Entrimo en los montuosos pliegues de la tierra -atlas de su vida-, desde la selva de su corazón, en un tránsito panteísta apreciable en cuadros de 1997 o del ’00, en los que semeja hacerse uno con la tellus mater.
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Acrílico s. t, '00: lo ves ? son Entrimo y Terrachán ! |
La ausencia de currículo en el catálogo, así como de la necesaria introducción en una exposición retrospectiva -sólo medidas, año y técnica de las obras-, resulta negativa. El poema que firma
Movais, amigo del pintor, permite deducir su fallecimiento el pasado año, tras una dolencia que le impidió seguir pintado a ‘
R.terrachán’ en lo que llevamos de siglo. Una pintura sobre ‘uralita’ preside el conjunto. Las tejas cubren la casa, en ellas podemos ver como techan su pasión plástica.
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Terrachán '91. |
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