lunes, 8 de diciembre de 2014

Dos exposiciones feijoonianas del Archivo Histórico y del Mº Arqueolóxico


El Archivo Histórico Provincial ha organizado ‘El Padre Feijoo, la traza gallega de un ilustrado universal’, una iniciativa que nos acerca al caserón que atesora en las últimas décadas la rica documentación histórica provincial. Con documentos originales, y obras como el Teatro Crítico Universal y las Cartas Eruditas. Mas también incluyen El Antiteatro Crítico de Salvador José Mañer (Madrid, 1729), quien anuncia que se impugnan al sabio de Oviedo, natural Casdemiro, 26 discursos ‘y se le notan 70 descuidos’.


Están los actos decimonónicos del certamen literario en 1876, en el bicentenario de su natalicio, época de la restauración borbónica Alfonsina.

El texto ‘A Galizea / n’o segundo centoáreo do nascemento de Feixó’, obtuvo el premio ‘El pensamiento de oro y plata’:‘¡Grória, salude, renome á tí/ ¡óuh, maxestuosa Galizea d’os sábeos!/ hóxe qu’o mundo fía seus lábeos/ á-o nome pasmoso d’o grande Feixó!’, comienza.

También hay un apunte para su monumento, luego desechado, y diversos recuerdos bibliográficos de las conmemoraciones del siglo XX.






Así las cartas de Gregorio Marañón, y fotos de la conferencia que dio en 1936 en el Ateneo.

Una muestra más que digna, magnífica, breve y amplia a un tiempo, de Pablo Sánchez, director, y su equipo, en el cuerpo de entrada de la torre SE del otrora Pazo Episcopal.

*****


El P. Maestro benedictino Feijoo ha dado una más amplia exposición en las salas de Abanca, montada por el Mº Arqueolóxico con el patrocinio de la Xunta: ‘Ciudadano libre de la República Literaria’. Cuadros y grabados, documentos de archivo, esculturas, y libros, muchos libros, en la primera planta, y en la inferior, una muestra magnífica montada con criterios museísticos, libros en vitrinas retroiluminadas, de sala y de pared.

Aquí está el Diccionario de Autoridades, de la primera mitad del siglo XVIII, el grabado madre del sabio monje benedictino que hizo Palomino en 1733, de una colección particular orensana; el de Ballester, de la Biblioteca del Seminario Mayor, el de Meléndez Cornejo de 1876 de la Deputación de Ourense, que innova su iconografía, o el de Parada Justel del Liceo, modesto ejercicio basado en el grabado que hace Vázquez del dibujo de José Maea. Este es de la época del rey Carlos IV, cómo el de Mariano Maella, obra esplendente de la exposición, procedente de Oviedo. Discípulo de Anton Rafael Mengs, fue pintor del rey, cargo que comparte con Goya...


Destaca también el busto que hace Asorey para el encargo monumental del claustro benedictino de Samos, dónde Feijoo se educó desde los catorce años: una tardía forma de expresar la Comunidad sus deudas con él, cuyos libros financiaron obras terminales en su iglesia. Es propiedad del Instituto P. Sarmiento de Santiago, del CSIC.


La vajilla de los festejos de 1887, de la familia Romero-Suances, los bocetos escultóricos para el monumento orensano, de los Rivas-Suances, y el de Isidoro Brocos, la tapa sepulcral descubierta por Benito Fernández (¿Marcelo Macías?) sirviendo de base de la Alameda de Celanova, del hidalgo Jan Feyjoo de 1452, ejemplifican una exposición irrepetible, éxito con prórroga hasta mediados de enero.


                                 El erudito catálogo permitirá prolongar su disfrute más lejos.

                                                          (artículo en La Región)

No hay comentarios:

Publicar un comentario