viernes, 4 de abril de 2014

Carlos González Villar y Baldo Ramos


Los autores se reflejan en la vitrina con su libro...
Un libro artesanal común los ha unido: cinco grabados, y otros tantos poemas en un diálogo plástico visual. No son 'Baldo González Villar y Carlos Ramos', pero casi, dada la permeabilidad e interinfluencia que denota un trabajo en común, tan inusual por la generosidad en la creación. Porque son dos visiones, dos los mundos, ya que dos son los artistas. Es un impulso de verdadera ósmosis de alto contenido cultural con el papel como soporte: poesía, caligrafía y grabado, desde la primera obra. Ramos escribe 'Abres a porta da casa que da acceso ao esquecemento no seu interior o silencio roe as trabes que termaron da inocenciA', y busca con su menuda caligrafía una forma (eses de trazo largo diagonal, la t de esquecemento como una efe...), para finalizar en una A como cueva/casa, en diagonal con la gran A inicial, en rojo. Desde su trazo en pincel, impulso en rojo-sangre como la Primavera, el poema crece. Este en tinta negra, a pluma /plumilla. 




Carlos inventa desde el zinc que tan bien conoce, dibujando trazos anchos y asimétricos, en los que predomina lo vertical, bajo una fina estructura que se mueve en pequeños pliegues. Ambas convergen en un extremo, moviéndose lentamente. En el lado diestro va un sello rojo Hanko, firma al modo japonés. Nuestra descripción pone el énfasis en el paralelismo gráfico buscado por ambos artistas, rojo de inicio, negro en el texto. ¿Serán en Carlos las ‘vigas que soportaron la inocencia/ los cercados de la memoria’? Puede. ¿Serán en Baldo una puerta a la inocencia? Quizás. Una creación en diálogo, que es consenso creativo, mas es el poeta quien despliega su abanico desde la palabra que desarrolla, completándola, en el trazo manual, sobre el papel. En el libro Ramos elige otros fragmentos autografiados parcialmente, a veces el inicio y final del poema, y González Villar hablando, desde sus dibujos, poesía sutil, siempre expresiva.


Pero hay más, mucho más: ambos exhiben músculo creativo en gran formato, en las amplias paredes del salón, que llenan: Ramos con ejemplares únicos de Libros de Artista, Palimpsesto, Raizames o también Homenaje a Eugenio Granell. También Abecedarios o Os mapas da memoria: este con tinta y alambre sobre cartas náuticas. En sus Silencios de Tinta, caligrafía con el pincel y tinta china sobre manuscritos del siglo XVII. 


Trazo, tinta y expresión

En todos parece desplegar lo que Su Dongpo decía: lo que el poema ‘no puede expresar completamente’ se desborda en el arte de la escritura y ‘se modifica’ en la pintura. Ante su exuberancia, la espléndida contención de Carlos, y sus grabados en metal desde diferentes técnicas, aguafuerte (con sus distintas variedades, aguatinta, al aceite, punta seca), xilografía; y en otros las combina. A dos tintas, o a una, acercándose a la abstracción a partir del análisis de la naturaleza, como en Huellas de tinta, una propuesta de profundidad desde la simplicidad, una postura de introspección. Todo ello a propósito de "Onde beben os cervos que amansou o calígrafo", en el Centro Cultural.

Carlos e Baldo, Baldo e Carlos falan do seu proxecto: Video de la exposición

La primera de las fotos, y esta, son de Eliaz.

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