Con amigos de Aalst, hermados por el patrón

Hoy día de San Martiño, fiesta patronal de la ciudad de Ourense (y su diócesis), nos hemos encontrado con nuestros amigos André-Michel Vermeersch y Milein, su esposa, que también celebran la fiesta de Sint-Maarten. 

Son de Aalst (Bélgica): allí es día grande, en el que los niños reciben juguetes y dulces. Hay asimismo una gran feria anual. 
Desde nuestra mutua vinculación al Rotary Club, y tras su instalación en las inmediaciones de a Pobra de Trives, dónde regentan un Hotel con encanto, les conocemos y tratamos. 

Al final del improvisado encuento Milein nos obsequió con un dulce presente de su tierra: ¡algo más que chocolate!

Fijáos en su iconografía.

Uno de los fines prioritarios de aquella centenaria organización de servicio, extendida por todo el mundo, es la paz, del que incluímos este pensamiento: “¿Qué es la paz”? se preguntaba aquella mujer maravillosa, reciente santa, Teresa de Calcuta. Y se respondía: “El fruto del silencio es la oración, el fruto de la oración es la fe, el fruto de la fe es el amor, el fruto del amor es el servicio y el fruto del servicio es la paz”.

Aalst -capital del Flandes Imperial-, en la católica Bélgica / Flandes oriental, es hoy es un importante centro industrial, comercial y mercado del lúpulo. Delante, en la plaza, está la estatua del fundador de la primera imprenta de estas tierras, Dirk Martens. Su Colegiata de Sint Maartin, gótica del siglo XV, tiene un tabernáculo con esculturas de Hieronymus Duquesnoy. 

Hay, además una tabla pintada por P.P. Rubens en 1626, encargo de la Fraternidad de San Roque con el santo patrono de la peste con el 'uniforme de peregrino'. La tabla sirvió como modelo para la pintura de mayor porte del altar consagrado al santo.

Para finalizar, aquí os dejo una foto perteneciente al grupo de San Martiño de la Catedral del pórtico del paraíso, que tomamos días antes de la que incluímos arriba: es el Mendigo - Cristo: con su escudilla, bastón y pata de palo, el que pide al caballero San Martiño recibiendo la mitad de su lujosa vestimenta... (y el que tenga oídos para oír que oiga...).

San Martín y el mendigo (Cristo) del Pórtico del Paraíso recién restaurados la semana pasada por Vania y su equipo.