Entrevista al artista por Sonia Torre para La Región el 13 del pasado mes de julio
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Difícil definir el punto exacto en el que reside el éxito de Baldomero Moreiras. Sería difícil porque son varios los puntos y varios los éxitos. Al reconocimiento de su obra y su trabajo, habría que unir el de que se encuentra en el momento en el que uno hace lo que desea, el de poder llenar la casa de amigos y admiradores, el de haber escapado a modas y exigencias, para encontrarse consigo mismo y haber conseguido marcar las obras con su propia huella. Y además, Moreiras sigue asumiendo retos y, como él asegura, "en el mismo borde del abismo".
Una de las últimas aventuras ha sido la creación de la ilustración que La Región incorporará en su portada para rendir homenaje a una figura ourensana emblemática y destacada como es el Padre Feijoo, de cuyo fallecimiento se cumplirán el próximo 26 de septiembre 250 años.
¿Cómo ha sido la creación de esta imagen del Padre Feijoo?
Primero, buscando datos e investigando un poco. Hay muy pocas reproducciones de su imagen, sólo dos o tres grabados en los que se ve a él retratado. Pero a mí siempre me atrajo mucho la escultura que tenemos al lado de la Diputación, en los jardines que llevan su nombre. Así que hice unas fotos y de ahí saqué la silueta de la escultura para la ilustración, que creo es lo más conocido del padre Feijoo, más que los retratos que han salido publicados en algunos de sus libros. Y apliqué la técnica del recorte, que llevo unos años trabajando con ella.
¿Por qué esta técnica?
La técnica del recorte es la simplificación máxima de algo, se presta a este tipo de trabajos y por eso la he utilizado. De hecho ya he llevado a cabo varios logos de esta manera que han gustado mucho. Y para mí hacer ésta del Padre Feijóo ha sido algo muy bueno, que me ha gustado.
¿Dónde reside la complicación de esta técnica del recorte, aparentemente sencilla?
Lo primero, tienes que tener muy claro el dibujo, sino, no haces nada. La tijera permite llegar a una expresividad que el lápiz no da. Son unos cortes muy angulosos, y con el lápiz siempre tendería a hacer una redondez. La tijera hace un poco diferente mi trabajo, y se añaden unas novedades que luego yo puedo aplicar a mi pintura, a mi línea de trabajo. Me ayuda a crear una línea de evolución y al mismo tiempo sale una cosa distinta.
La elección del color se debe a …
Una vez hecha la silueta, y tras varias pruebas, vi que el color que más luminosidad le dio a la silueta negra fue el naranja. Después de varias pruebas, me quedé con este resultado.
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Gilda, del Rigoletto de Verdi (por B. Moreiras) |
El Moreiras más conocido por el público, ¿dónde está ahora?
Trabajando a tope en las líneas de siempre, aunque posiblemente el soporte lo varíe. En la próxima exposición que haga en Ourense se verá. No quiero dar datos porque aún pueden ser cosas que no vayan todo lo bien que yo pretendo, y prefiero no ahondar. Pero el soporte puede ser una variante, la lona negra puede ser sustituida por otro material. Será una exposición, que pueden ser varias, con la mujer como protagonista por haber sido ninguneada durante muchos siglos.
¿Qué supuso para usted la creatividad de los carteles de la fiestas en los dos últimos años?
Una felicidad impresionante, en la medida en que la segunda apuesta del cartel fue precedida de un éxito grande de la primera, y por eso hubo una segunda parte. Fue todo un orgullo que la ciudadanía respondiera a un trabajo tan rápido, tan visible, tan directo, y de hecho, se enmarcó un montón de veces.
¿Cuál es el secreto de Moreiras para años de trayectoria tan respetada?
El secreto, es un poco fuerte hablar de secretos, pero yo diría que si hay un secreto en mi caso, consistió en que yo no pensaba en haber llegado ni siquiera a haber cumplido la edad que tengo, con esto te lo digo todo. Y estuve siempre al borde del abismo, ahí me mantengo y ahí sigo, sin pretender llegar a ningún lado más que el vivir, realizar el trabajo en sí mismo cada día, y por supuesto, en alejarme totalmente del criterio de los trepas. Es un concepto filosófico más que laboral. Estamos en la vida, y vivirla el día a día es lo que vale. Y ese día a día mío es el que pensé que no me iba a permitir llegar hasta los sesenta, que es mi edad.
¿Un artista debe recorrer mundo o quedarse en su espacio y sus orígenes?
Recorrer mundo es recomendable siempre, para todo el mundo. De hecho mis padres nos punzaron siempre a todos sus hijos a que el mundo es muy grande y que había que salir a verlo. La opción del retorno es fabulosa, pero no hay esa opción si no te vas. Yo he optado por el retorno después de recorrer Europa y dar muchas vueltas y estudiar en Madrid. Y eso hace que al final, el sitio que eliges para vivir sea auténtico, no impuesto por unas cicunstancias, sino que es decidido después de haber hecho opciones y búsquedas. Es una opción personal, no una imposición por una pobreza de espíritu o por una falta de valentía para salir fuera. Recomiendo a todos los jóvenes que salgan, no con la dosis de la emigración encima, sino para ver mundo.
Usted ha ido evolucionando, ¿qué influye en ello, un mejor manejo de la técnica o la vida que se va viviendo?
Todo eso se va sumando, se va aprendiendo, igual que se aprende a vivir, se aprende a pintar, es la base de un día a día. A mí me influye muchísimo absolutamente todo, por eso el estar aislado me ayuda a vivir ajeno a las influencias, por pánico a caer en influencias muy visibles y que me destrocen, pero al mismo tiempo son fundamentales. Para eso también hay unas edades, en la juventud hay que absorber todo lo más que se pueda y después empezar a limpiar y a seleccionar lo que eres tú y lo que es tu dibujo.
¿Cómo ha sido su evolución?
Yo diría que cada vez soy más yo, creo que se podría decir simplemente eso.
¿Es usted abstracto?
No, en algún momento lo fui, como una búsqueda más de mi vida, pero al final opté por el dibujo y la figuración.
¿Cómo ve el momento que, culturalmente, estamos viviendo?
Veo bien el mundo de la cultura, pero se está dejando muy patente que hay una decadencia enorme, una decadencia de valores, donde la juventud, teniéndolo tal vez más fácil que nunca. está cayendo en algo que, podríamos decir, es ajeno al artista. Digamos que está muy ligado al flash de lo comercial, de la publicidad y eso creo que es muy peligroso. El arte no debe tener un solo flash, sino que debe tener muchos dentro del de atracción inicial. Si no hay muchas lecturas dentro del mundo del arte, deja de ser una obra de arte. La multiplicidad de lecturas es lo que hace que algo sea una obra de arte. Si sólo se queda en algo que en un minuto ya está acabado, ya está visto, eso es algo muy pobre.
¿Las nuevas tecnologías ayudan o entorpecen a la creatividad?
Que haya herramientas es bueno. Cuántas más herramientas tenga el artista es mejor, pero que no quede condicionado por eso. La herramienta es eso, una herramienta, no en sí misma un final. Que exista un vídeo no quiere decir que todo lo que se haga con video es bueno. Tiene que haber una lectura y algo detrás, igual que en un dibujo, tiene que haber un saber hacer, un manejar la herramienta.
¿Como está el arte en la ciudad?
Considero que Ourense está bien, lleno de salas, a las que, afortunadamente no afectó la crisis. Creo que está bien, mejor que nunca en cuanto a espacios, y además están activos. Las exposiciones son constantes, a lo largo del mes hay cuatro o cinco, y eso es fabuloso. Creo que sí hay público suficiente.
(Moreiras no quiere descubrir detalles de su próximo trabajo, "por si acaso no sale", pero sí desvela que ese homenaje a la mujer tendrá lugar en diversos ámbitos que él ya ha elegido y que ha rescatado algunas perfiles de protagonistas que le han impactado).