En la Sala de la Fundación Vicente Risco (Allariz) están exponiendo Sula
Repani y Eva Casado Blanco. Son unos ‘Diálogos’, dicen, desde los que ambas
artistas expresan su decir plástico, diálogos que lo son también desde el plano
personal de relación pues Sula y Eva participan en el Colectivo ArteMud, lo que
ha propiciado conversaciones y confidencias.
Desde Atenas a Ourense viaja Sula
en pos de su destino, donde llega mediada la década de los ochenta para vivir
en Tamallancos (mas a Atenas vuelve periódicamente para esponjarse en el aroma
vital de su mundo natal y de formación, porque jamás se puede ir uno de las
raíces, sombra de lo que éramos y seremos). Eva, más joven, procede de Suresnes
(Francia), Commune en las inmediaciones de París, dónde nace. La formación con
el gran pintor moscovita Igor Bitman, primero, y la École Nationale Superieur
des Beaux-Arts (París), después, son la base de su licenciatura en 2004 en la
Complutense de Madrid, flash formativo de una artista, como Sula, de
crecimiento pausado, que la trae hasta Allariz. Aquí ambas convergen y nos
ofrecen una exposición de voces, más que de ecos. Desde las sugestiones mutuas
hablan no obstante sus dos saberes, mundos en comunicación que exponen desde
sus alfombras ante nuestros ojos en la sala baja de la fundación alaricana: son
los Diálogos en 'Arte en Risco'.
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Estas dos obras, la de arriba y la de abajo (díptico) de Sula Repani se hallan en la exposición. |
Sula Repani expresa el gozo de la libertad desde
sus obras, en las que salta a las aguas atenienses y orensanas que, más que
saladas o dulces, son el medio para una acción, desde el movimiento. Distinto
es el aroma que exhala esa niña que, en bicicleta, persigue al niño rubio que
corre delante, ambos a la orilla de un mar que entra en curvas y contra curvas,
en un atardecer con el cielo en arrebol sobre los barcos. Este es un paseo con
nostalgia, ejercicio mental que completa al muscular de la natación. La vida
sale al encuentro desde la pintura. Como en los motivos paisajísticos en los
que los árboles singulares -aquí un pino, allí un almendro en flor- expresan
sensaciones vitales, siempre desde perspectivas altas. Es una brisa, un dejarse
ir al aire, en la luz, momentos de felicidad, un decir distinto.
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'Grecia en el corazón' (I) díptico,ól.s/tabla., 45x180cm. |
Eva Casado es, por su parte, una fina artista de variados
registros con el pincel o el buril, pues también graba, habiendo participado en
Allariz en la Mostra internacional de obra gráfica. Como
ceramista está haciendo piezas en los últimos años. En todas estas vertientes, o
facetas, se percibe su interés,
consciente e intuitivo a la vez, por las raíces, así cuando trata el Metro parisino,
o el tema del ‘abellón’, de atávica potencia etnográfica. En la cerámica es la
magna mater de aire micénico o prehistórico.
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Obras de Eva Casado. |
Así es la segunda exposición de los miembros del Colectivo ArteMud, nuevas alas para la Fundación, que se convierte así en una ventana al arte. Que es aquí ‘ena paráziro stin téjni’ (Sula) y ‘une fenêtre sur l’art’ (Eva).
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Manolo Figueiras y Seo, contemplan la exposición de sus compañeras Sula y Eva. |
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