Post Consagración de la Catedral de Santiago (revival)

MÁS QUE UNAS BODAS DE ORO

Equel día 21 de abril de 1211 era jueves. Por la mañana -segunda semana de Pascua en el tiempo litúrgico- el obispo de Compostela Don Pedro Muñiz, oficiaba el rito de dedicación. Doce son las cruces de consagración que fue ungiendo e incensando, una por Apóstol. 

En su campo dentro del círculo, en los espacios de la cruz van el sol y la luna, arriba; y las letras alfa y omega, abajo, pendiendo de los brazos transversales. El círculo lleva una inscripción, son dísticos latinos, unos conmemorativos, otros espirituales. 

El acta se transcribió en el Tumbo B de la Catedral: dice el documento que estuvo presente el rey de León, Alfonso IX, con su hijo el infante Fernando, además de su hermano Sancho y de los principales magnates del reino. El acta la firman con el obispo Pedro Muñiz, los de las diócesis de Ourense, Lugo, Mondoñedo, Tui, Coria, Guarda, Évora, Lisboa y Lamego.

grabados tomados de aquí

En la conmemoración el cortejo fue encabezado por el arzobispo compostelano Julián Barrio, al que acompañaron los obispos de Lugo, Mondoñedo-Ferrol, Tui-Vigo (y administrador de la de Ourense), y Lamego. El presidente de la Xunta, Núñez Feijoo; alcalde de Santiago, Sánchez Bugallo; y teniente general de la Fuerza Logística, Aparicio Hernández-Lastres, en los lugares de honor. La procesión se detuvo delante de cada cruz y la Capella Compostelana, dirigida por Miro Moreira interpretó los motetes, música compuesta por Joám Trillo con los textos de las que figuran en ellas.