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lunes, 28 de diciembre de 2015

EXPOSICIÓN FELIPE CRIADO IN MEMORIAM

Entramos en la sala... A la derecha, detrás, queda 'Autorretrato y retrato ex tempore', con su esposa, del que incluímos debajo dos fragmentos.

ARTE ET ALIA.

Xabier Limia de Gardón

Felipe Criado Martín (1928-2013) llegó a Ourense en marzo de 2011 para exponer en el Centro Cultural. El artista venía desde Mera-Oleiros con ochenta y tres años y ‘Vivencias’, muestra tripartita de Pompeyanas, Santander y acuarelas dibujadas. Con tres heridas llegó, ‘la del amor, la de la muerte, la de la vida’, podríamos decir con Miguel Hernández.

Su esposa, echada delante. 
Él, aunque detrás, llenándolo todo, en el centro...




Las dos primeras series pueden verse de nuevo en una exposición ideada como homenaje por Antón Castro, que tras exhibirse en A Coruña, Santiago y Lugo, toca puerto ahora en el Municipal de Ourense. Es ‘Último capítulo’, con obras de sus cuatro años finales, concebida como tripartita, de la que se ha caído la serie ‘Ritmo aéreo de tendencia elíptica (paraguas)’, en la que poderosas formas femeninas jóvenes y desnudas expresan la esencia del mundo del anciano pintor. ‘El mundo que llevas encima sale a través de tu obra, mi empeño ha sido siempre de admiración a la mujer’, dejó dicho en una entrevista, para añadir ‘cuando empiezo a pintar suelo hacerlo sin saber qué voy a hacer, empiezo manchando y son las propias manchas las que me empiezan a sugerir posibilidades’. 

Es desde la mujer, desde su cuerpo, en concreto, como vocabulario expresivo, lo que le define. De ahí su concepción de una belleza sensual y voluptuosa; desde ella y su movimiento en el espacio, la Naturaleza con mayúsculas, y paisaje como complemento de armonía. Con todo ello desea presentar su canon para un nuevo Clasicismo, con el dibujo y pintura como base, aprendido en la Academia de bellas Artes de San Fernando. 

Es sin duda un desarrollo personal desde la experiencia de una madre sensible, a la que estaba muy unido en los avatares familiares desde Gijón, dónde nace, a Girona o Asturias, provincias a las que es destinado su padre carabinero. Viven en la Santander del sitio de las tropas franquistas durante la guerra civil y el bombardeo de la Legión Cóndor nazi, en diciembre de 1936, recuerdo infantil traumático, que en sus lienzos transforma, interpretándolo.


Llegó a nuestra ciudad al poco tiempo, y la sintió de forma consciente, primera tierra gallega, a la que siguieron Santiago y A Coruña, su territorio. Mas siempre con un sentimiento Atlántico, con ese yodo del Seixo Branco de Mera, espacio de límite de Galicia y abierto, al mismo tiempo, cómo su pintura, cosmopolita y europeizante. Su viuda, la coruñesa Mercedes Boado, resaltó en la presentación cómo asociaba Ourense con un horizonte verde y gris. Desde 1967 en la ciudad herculina, imparte clases en el Instituto Eusebio da Guarda, que conserva varios murales suyos.


La Pompeyana central del tríptico
Colabora con Isaac Díaz Pardo en las cerámicas de O Castro, quien con posterioridad le publica una carpeta de dibujos de Grecia, realizados en un viaje con su latinista esposa. 

La mujer siempre para él, como deja ver en las Pompeyanas, amable y bella, atlética y sensual, superpuesta a la tragedia y a la desgracia, ajena a ella, una visión masculina. Aludieron a ello los poetas en el homenaje que, unos meses antes de fallecer, organizaron Ánxeles Penas y Fernán-Vello

Mas su obra tiene otros registros, como la ironía, cómo ‘Siglo XXI. Que cada uno piense lo que quiera…’ con la inscripción ‘fecit ego 2010-12 = famulus Pictor’, en la parte superior derecha (vide infra).
Tras su rostro, de perfil, el mapa de Europa: sobre la península ibérica se lee 'La P./ España' y 'Reich' sobre Alemania... Debajo dieciseis rostros y un caballo... 

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